domingo, 18 de octubre de 2020

A MI TUTOR, MAESTRO, AMIGO Y COMPADRE

Hoy quiero tomar nuevamente el antídoto para curar la mala memoria: escribir; no lo hacía desde la muerte de mi madre. 

Y remoto la pluma, retado por un amigo, para rendir un homenaje a mi tutor, maestro, amigo y compadre. Sí, en ese orden tuve el honor de ir develando lo que en su gran corazón tenía Pedro. Corazón que sólo a pocos días de dejarnos empezó a dar señales de debilidad. Sí, una enfermedad silenciosa, que tanto él como su familia, amigos y conocidos ignoraban. De eso hombre risueño, cariñoso y de voz pausada, recibí una llamada unos días atrás contándome que iba a ser intervenido del corazón, que era una operación de alto riesgo. Lo noté tranquilo pero en su tono de voz se sentía lo sorprendido que estaba. Pero aún viviendo este difícil momento se tomó el tiempo para planificar y dejar las cosas en orden. Convirtió la habitación de la clínica en su oficina trabajo. Siempre previsivo, o precavido. Ese era Pedro Álvarez. 

Nació con el sentido del deber incrustado entre pecho y espalda. Pero lo más interesante es que tenía la habilidad de trocar el deber, el trabajar, en el gozo que daba sentido a sus días. Disfrutaba lo que hacía, y lograba trasmitirlo a quienes tuvimos el gusto de ser sus discípulos o contertulios.   

Lo conocí iniciando este siglo en un cubículo universitario. Retomaba los estudios de mi segunda carrera, me lo asignaron como tutor. Sólo bastaron una pocas palabras para descubrir que aunque nacimos en culturas distintas la vida nos había llevando por caminos similares. Esto nos permitió con gran facilidad tejer nuestras vidas hasta crear lazos de familia. Era un hombre práctico, de él recibí el mejor consejo de ese momento. Abandonar ese idilio de una doble titulación y emprender o subir un peldaño: invierta ese recurso en una especialización o maestría. Y así lo hice. Ese era Pedro, un hombre pragmático. 

Un ser humano de tantos quilates como Pedro, era fácil confundirlo con las personas del común por su sencillez. Pero una vez lo tratabas e intercambiabas un par de ideas, descubrías lo que la sencillez protege en una persona, su gran humanidad y profundidad espiritual. 

Escribo esta palabras, para que el tiempo no me arrebate su imagen tal como lo recuerdo hoy. Podría destacar la pasión con la que desarrollaba su oficio. Al que él llamaba vocación, porque así lo sentía: nada lo hacía más feliz que este santo oficio al que Dios lo llamó. Y soy testigo de su entrega sin medida, de sus largar horas preparando, revisando, corrigiendo, escribiendo y haciendo gala de su particular forma de "enganchar" a sus discípulos en el difícil arte de aprender.

 Por esas afinidades de nuestras vidas pretéritas, terminamos pasando de esa relación maestro-discípulo a considerarnos amigos. Y ahora que lo pienso, así debería sucedernos a todos los que practicamos el arte de educar; la mejor muestra de que logramos tocar el corazón de nuestros alumnos es si al final del proceso traspasamos esa línea de lo formal  y terminamos viendo y recordando a esos discípulos que Dios nos dio como amigos del camino. En nuestro caso, fue un paso sin sobresaltos y tan sutil que no lo recuerdo. Sólo sé que en poco tiempo dejé de verlo y sentirlo como mi maestro y empecé a considerarlo mi amigo. Compartimos la afición por la bicicleta, la buena lectura y el diálogo franco de cualquier tema. Pasábamos con tanta facilidad de comentar un libro, la coyuntura política, el contexto educativo  o las anécdotas de nuestra práctica educativa que nuestras esposas  disfrutaban a nuestras despensas por momentos hablando con nosotros pero la mayor parte   hablando de nosotros.    

Terminamos compartiendo la intimidad de nuestras vidas familiares. Y como buen costeño, y siguiendo los versos de un conocido vallenato le dije "compadre quiero que usted me bautice un hijo". Y desde ese momento se formalizó nuestra unión familiar. 

La vida nos pone la trampa de las ocupaciones, y estas postergan los encuentros con los amigos y la familia. Con Pedro nos pasaba muy a menudo. Por eso cuando nos citaban a las asambleas docentes casi siempre aprovechábamos el momento para el encuentro. Y a pocos minutos de estar conversando de preguntarnos por nuestras familias, continuamos las conversaciones donde la habíamos dejado la última vez. Nunca supe cómo funcionaba. Pero hoy creo que esa es la magia de la amistad. Con un amigo los temas, las conversaciones nunca tienen un punto final, todo diálogo queda inconcluso hasta el próximo encuentro.



    




  


domingo, 20 de noviembre de 2016

SUSURROS DEL ALMA

En buscar tu amor perdido perdí mi vida
por soñar lo no soñado perdí mis sueños
por comprar lo no comprado soy un mendigo.
Por desear lo indeseable soy despreciable
y mi condena es no buscarte.

Por qué escribir, por qué soñar, por qué pensar
si es más hermoso solo esperar.

Por qué cantar, por qué reír y no llorar
si lo más bello está por llegar.

Lloramos por no llorar, reímos por no reír,
cantamos por no cantar,
es el montaje, es la vanidad.

Solo el mendigo saber vivir
la cruda espera del no esperar.

Solo los pobres saben perder
lo que no tienen por los demás.

El rico es rico por no mirar
la cruda vida de los demás.

Contempla el pobre y rico esudia.
Malgasta el probre e invierte el rico.

Hoy quiero preguntar por mi vida a mis pensamientos,
¿Qué pienso de mi mismo, que siento de mí mismo?
¿Qué espero de mi mismo?

El mundo se divide en los que sueñan un mundo mejor
pero no hacen nada para construirlo. Otros construyen
para crear un mundo mejor, gastan su vida y al final
de sus días mueren con la frustración de no ver
realizado sus sueños.
(26 de mayo de 2001)

RECUERDOS DE INFANCIA

Avivados los recuerdos de la infancia
por el trémulo frenesí de mi memoria
en mi vida se agotan los recuerdos
por la triste derrota de mis glorias.

Fueron glorias aquellas de mi infancia
el montar en caballos de madera
recorriendo las calles de arenera
de la linda sabanas de mi historia.

No reniego de aqellos tristes días
en que el mundo me era tan pequeño
hoy reniego de estos losagros días
en que el mundo se muere con mis sueños.

Vivir la amargura del recuerdo
es mejor que sufrir de la tristeza
de un presente donde límites no existen
para quitar la vida hasta a los pobres.

De mi infancia recuerdo muchas cosas
que a veces se confunden con mis sueños e
imaginaciones.

Era hermoso gritar mientras llovía
era bello mirar correr caballos
fue hermoso sentir su galopar
tras el premio de ser el más ligero.

No me turbe el presente de estos sueños
de mi infancia en los campos de mi pueblo
ni el sudor del trabajador festivo
que regresa en busca de sus hijos.

No es soñar vivir de los recuerdos
es vivir soñar con esos sueños
no me digan que aún estoy dormido
cuando evoco esos bellos recuerdos.

Conjuro al niño y a la niña
embrujo al joven y a la joven
condeno a la mujer y al hombre
a no dejar morir esos recuerdos.
(26 mayo de 2001)

jueves, 6 de octubre de 2016

Adiós Mamá!

Qué se puede decir en un funeral cuando son vagos los recuerdos de esa persona. Madre no recuerdo tus caricias, ni tus mimos, ni tus besos. Me niego a creer que fueran pocos, me gusta pensar que fueron muchos. En mis recuerdos de infancia no te encuentro, nada dice mi mente, es como si alguien los borro por accidente.
Hoy a un mes de tu partida me imagino diciendo estas palabras en tu funeral. Te agradezco la vida que me diste, los cuidados de mis primeros días en la tierra. De todo corazón lamento tu partida. Me queda el recuerdo de tus llamadas, y de una visita. Aunque no fue mucho, fue sufiente para sanar heridas. Quedaron muchas preguntas sin respuestas, y la ilusión de un encuentro para reconocernos. Ya que no se dió nuestro encuentro en la tierra, solo me queda la esperanza de nuestro encuentro en el cielo.
Hoy que soy padre me puedo imaginar que no fue nada fácil para tí dejarme a tan tierna edad para buscar nuevos horizontes. Madre no te equivocaste, me dejaste en buenas manos; mi papá y mis hermanas y hermanos hicieron un gran trabajo conmigo. Hoy me siento parte de una gran familia. He vivido lo suficiente para entender que la vida es perfecta, que no existen las casualidades, que las cosas pasaron como tenían que pasar, que no podemos agregar ni quitar una coma a nuestra historia. Madre Dios te acoja en sus brazos misericordioso, oro por tí y te pido que ruegues por mi. Se que gané un ángel en el cielo.  Paz en tu tumba madre mía.

martes, 4 de octubre de 2016

VIDA

Puede ser un rato o una eternidad
pero sin pasión que calamidad.
Me angustia el presente por la incertidumbre
me anima el mañana, cuándo llegará?.

Mi corazón late, siento que respiro
pero aún no siento el aliento divino
No se que me pasa, donde está el destino,
si la vida es corta o es solo un suspiro.

Vida dónde estás? será en el pasado?
miro al horizonte, y por qué te vas?
la muerte te cerca, te cubre el silencio
vida no me dejes, qué futuro habrá?.

lunes, 3 de octubre de 2016

TENGO ANHELO DE PAZ

Domingo 2 de Octubre de 2016

Me levanté muy temprano pero esta vez no fue para montar en cicla, hoy ejercía como jurado de votación en el segundo PLEBISCITO de la historia republicana. El pueblo colombiana debía decidir por el acuerdo de paz firmado con las FARC. La pregunta oficial era "¿Apoya el acuerdo final para terminación del conflicto y construcción de una paz estable y duradera?" ¿SI o NO?

Tengo anhelo de paz en mi conciencia
La paz que sueñan todos los colombianos
la paz del niño que madruga a la escuela
la paz del hombre que madruga al trabajo.

Tengo anhelo de paz en mi conciencia
La paz del campesino que reza por su cosecha
La paz del pobre que lucha por el pan para su mesa
La paz de la madre que educa a sus hijos.

Tengo anhelo de paz en mi conciencia
La paz del joven que sueña
La paz del anciano que mira hacia el pasado
La paz del soldado vela en la penumbra.

Tengo anhelos de paz en mi conciencia
La paz del que yace en la tumba
La paz del paciente postrado en espera de la cura
La paz del comerciante deseoso clientes.

Tengo anhelos de paz en mi conciencia
La paz que me deja haber votado SI
La paz que me deja ver que amaneció
La paz que me permite convivir con los del NO.